miércoles, 2 de junio de 2010

Luna Llena en Capricornio el 20 de Junio 2010


Luna Llena ,en conjunción con Plutón en Capricornio va a sacudir las estructuras del inconsciente, las raíces, el pasado, los hábitos, sentimientos específicos de la persona, exigiendo una muerte interna y su consecuente regeneración. Este proceso profundo que desintegra los cimientos psicológicos van a generar una gran sensibilidad, puede ser confusión, desorientación, miedo, soledad, depresión, rabia, agresividad.



Luna y Plutón están en oposición a la conjunción Sol-Mercurio en Cáncer, que va a dificultar la capacidad de manejar y asumir conscientemente esa turbulencia psíquica. Habrán dificultades para expresarse y para relacionarse, precisamente por esa falta de asidero interior, y las circunstancias internas y externas intensificarían la sensibilidad del individuo a tal extremo que la represión los sentimientos podria ser total.

Luego hay una cuadratura con la conjunción Urano-Júpiter en los primeros grados de Aries, acompañada por la estrella de la fortuna. Los cambios repentinos, imprevistos e inusuales no dan tregua pero conducen a un nuevo impulso por conquistar el crecimiento interior y la expansión de la consciencia hacia un plano filosófico y espiritual superior, incluso fomentando el alejamiento del individualismo a favor de una visión colectiva global.

Finalmente, Saturno, en los últimos grados de Virgo y prácticamente en Libra, también en cuadratura con la Luna y Plutón, estaría promoviendo la cristalización de ese nuevo orden, individual y colectivo, con disciplina, esfuerzo y perseverancia. Este Saturno propone evaluar las alternativas para elegir lo mejor e inentará lograrlo de la forma más justa posible.

Una última acotación sería el trígono que forma Marte en Virgo con la Luna y Plutón. Estaría indicando que para asimilar el desmantelamiento interior que Plutón no perdona se requiere una acción cotidiana reflexiva, minuciosa, dedicada, y asumirlo con humildad, como un trabajo de servicio hacia nosotros mismos.

En síntesis, pienso que se presenta un panorama de transmutación bien complejo, abrupto, acelerado y apremiante. Es de suma importancia dejar partir las viejas estructuras, aferrarse a ellas solo traería mayor sufrimiento. Hay que aprender a fluir, a transformarse y a renovarse con las demandas y al ritmo de los cambios. Pero como en todo lo que se necesita ordenar, primero hace falta sacar lo que no sirve y limpiar. Coraje y hacia adelante, las perspectivas valen la pena.

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